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Uber amplía su actividad en Noruega. Nuevas ciudades en el mapa del transporte bajo demanda
Uber llegó a Vestfold debido al claro aumento del interés por el servicio en la región. stock.adobe.com/fot. agcreativelab/ tylko do użytku redakcyjnego
El 25 de junio, el servicio UberX también se hizo disponible para los pasajeros en Sandefjord y Tønsberg. El lanzamiento de los viajes de Uber en estas dos ciudades de Vestfold es el resultado de un notable aumento en la demanda en Noruega. Así, las nuevas ciudades se suman a Oslo, Trondheim, Bergen, Stavanger, Ålesund, Fredrikstad, Drammen, Tromsø, Bodø y Kristiansand.
– Hemos notado una gran demanda por parte de los habitantes de ambas ciudades y estamos contentos de poder ofrecer nuestros servicios en esta región. Especialmente ahora, cuando se acerca el verano y se espera mucha actividad en ambas ciudades, – dice Peter Löfstrand, jefe de Uber en los países nórdicos.
Uber apareció en Vestfold porque en la región se observó un claro aumento del interés por el servicio. Según el comunicado de prensa oficial de Uber, el número de aperturas de la aplicación y solicitudes de viajes en ciudades donde el servicio no estaba disponible aumentó drásticamente en los últimos meses.
En la práctica, desde el 25 de junio los habitantes de Sandefjord y Tønsberg pueden utilizar el servicio UberX, que se solicita a través de la aplicación, con un precio previsible y pago automatizado.
¿Mejor que un taxi?
Después de que en 2017 el servicio UberPOP –que permitía a particulares transportar pasajeros sin licencia– fuera prohibido en Noruega, la empresa se retiró del mercado durante varios años. Solo los cambios en la ley de taxis noruega, introducidos en 2020, permitieron el regreso de Uber en una forma legal y regulada.
Actualmente, la empresa opera bajo regulaciones estrictamente definidas. Los conductores que utilizan la plataforma deben tener una licencia de taxi, operar como empresa, cumplir con los estándares técnicos de los vehículos y pagar impuestos en Noruega. Esto significa que Uber en Noruega no difiere fundamentalmente de un taxi clásico, salvo por la forma de pedido y un modelo operativo algo más flexible.